Irene Molina disputando un encuentro con el F.C. Bahía Santa Pola Femenino, su actual club |
La constancia, el esfuerzo y
la ilusión mueven montañas en el mundo de hoy en día. De eso va sobrada Irene
Molina, una santapolera que supo cómo organizar el ciclo de Técnico en
Laboratorio Clínico, el conservatorio de música y los entrenamientos de fútbol.
Tras todo el día fuera de casa estudiando, todavía le quedaban ganas para bajar
al terreno de juego, calzarse las botas y ponerse a correr detrás de un balón.
Esa era su vida desde el momento en el que decidió jugar al fútbol.
¿Por qué decidió jugar al fútbol a
nivel profesional?
Desde bien
pequeña ya jugaba, pero aquí no teníamos equipo y siempre jugaba con los chicos
en los parques o en el colegio. Cuando me enteré de que hicieron el equipo
femenino no me apunté desde un principio porque no podía por los estudios. Pero
después empecé a mirar cómo llevarlo todo y decidí apuntarme. Es una
experiencia que me gustó mucho y de la que todavía estoy disfrutando.
¿Le fue muy difícil combinar los
estudios con los tres entrenamientos semanales y los partidos?
Al
principio sí, porque estudiaba el ciclo superior de Técnico de Laboratorio en
Elche. Después me iba a Alicante al Conservatorio de Música y toco en la banda
de Santa Pola. Los entrenamientos aquí eran a las nueve y después de un día de
mucho trabajo la gente me decía si todavía tenía ganas para ir al
entrenamiento. Pero como es lo que quería tenía que sacarlas de donde fuera.
Aunque hoy por hoy ya está todo asentado.
¿Recibió algún comentario machista
por practicar este deporte?
No sé si
llamará la atención, pero de los chicos nunca he recibido ningún comentario
machista. De las chicas, desgraciadamente sí. Lo típico que te dicen
“marimacho”, “deberías de ser chico”… Pero al final si de verdad te gusta todo
eso te da igual. Lo que de verdad importa es que te apoye tu familia y tus
amigos.
Hay familias y amigos que no apoyan
a as chicas que quieren jugar al fútbol. ¿A usted le apoyaron?
Sí, eso
desde siempre. A mi familia le gusta mucho el deporte y, principalmente, el
fútbol. Siempre me decían de irme fuera a jugar, pero nunca me decía a hacerlo.
¿Ha jugado con chicas antes de
federarte?
Nunca había jugado con
chicas antes, todo eran chicos. Las chicas era siempre lo mismo. Estabas en el
colegio y ellas se ponían con sus corritos. A mí eso nunca me ha gustado, así
que cogía la pelota y me iba con ellos. No me importaba si eran más pequeños o
mayores.
¿Por qué dio el paso para
federarse?
La verdad
es que necesitaba hacer deporte y si es por mi cuenta me cuesta más hacerlo. Si
eso se convertía en una “obligación” es mucho más fácil. Sobre todo cuando se
trataba de un equipo femenino. Ahí ya tenía que decir que sí.
¿Cree que el fútbol femenino está
valorado a nivel nacional?
Empieza a
valorarse ahora, ya se emiten más partidos por la televisión y la gente lo
comenta más en las redes sociales. Aun le queda muchísimo, porque con el
masculino no se puede comparar, pero sí que es verdad que poco a poco ya
empieza a valorarse.
¿Los jóvenes de ahora, sobre todo los más pequeños, tienen una visión positiva con respecto al fútbol femenino?
En mi
familia tenemos un niño que juega al fútbol en el mismo club y como siempre le
hemos llevado desde bien pequeño a ver a las chicas no tiene ningún problema.
Es más, le gusta bajar a ver los partidos. Pero si eso lo hace 1 de cada 10… Se
debería de hacer más para que así, conforme van creciendo ya lo verían como
algo normal y algo positivo.
¿Ve alguna diferencia técnica entre
el fútbol masculino y el fútbol femenino?
En la forma
de jugar sí. Los chicos tienen otro físico y su fútbol es más rápido. El fútbol
femenino es más pausado, con más técnica… La gran diferencia es que a ellos se
les trata como profesionales y a nosotras no, dependiendo del club, pero
normalmente las chicas son amateurs.
Los valores en cada deporte pueden
variar en algunos aspectos. ¿Cre que en el fútbol existe esta diferencia?
Creo que
sí, el fútbol masculino solo se rige por el dinero. Pocos futbolistas sienten
el escudo de verdad. En cambio, en el femenino veo todo lo contrario. Es más
humilde, hay más ilusión, más ganas… Se nota que lo hacen porque es lo que de
verdad les gusta y que no solo se mueven por el dinero.
¿Qué modalidad sigue más
actualmente?
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