A Yaiza Tomás le encanta perderse en sus dibujos para desconectar de lo que le rodea |
Yaiza Tomás es la definición
de fútbol femenino por antonomasia. Desde pequeña es una fiel seguidora de las
reinas de este deporte y aprovecha cualquier oportunidad para defender los
derechos de las futbolistas, apostando por una igualdad que espera que llegue
pronto. Amante de las series y de la fotografía disfruta de la vida a través de
un objetivo.
¿Cuáles son sus aficiones?
Mis
aficiones son, sobre todo, el mundo del cine. Tanto series de televisión como
películas. Otra cosa que me apasiona es dibujar, porque es coger el lápiz,
adentrarme en el dibujo y me olvido de todo lo que hay a mi alrededor. También
me encanta practicar cualquier deporte en general, pero principalmente el
fútbol. Aunque la fotografía es un mundo que me encanta. Es uno de mis mayores
hobbies y no me importaría dedicarme a ello en un futuro.
¿Qué es lo que le atrae de la
fotografía?
Los pequeños
detalles. Esos matices de la vida que no puedes apreciar si no es a través de
un objetivo de una cámara. Enseñar a la gente cualquier perspectiva totalmente
diferente a la que suelen ver en su vida diaria… Por ejemplo, donde se ve una
simple rama de árbol, cuando la observas a través de la cámara podrías ver algo
distinto. Es otro mundo mucho más bonito que en el que vivimos.
¿A qué edad empezó a jugar al
fútbol?
A los 14
años comencé a jugar en un equipo de fútbol sala, ya como jugadora federada.
Pero siempre he jugado en la calle, hasta que la pareja de mi madre me comentó
que había un equipo en Santa Pola. A partir de ahí empecé a conocer a todas y
nos juntamos en un mismo equipo. Poco a poco se creó el equipo de fútbol sala y
luego pasamos al fútbol once con el Santa Pola. El boca a boca fue el que dio
lugar al fútbol femenino en el pueblo.
A pesar de todos los deportes que practicó
anteriormente, ¿por qué se decantó por el fútbol?
Siempre ha
sido el deporte que más me ha llenado. He practicado baloncesto e incluso
Kárate, pero nada me llenaba como el fútbol. A la semana o a las dos semanas me
dejaba el equipo, algo que con el fútbol no me ha pasado.
El fútbol deja muchos recuerdos en
la retina, ¿cuál sería el más especial para usted?
Creo que me
quedo con los goles que marqué en los últimos minutos en partidos de segunda
regional, porque ayudaron al equipo a subir a primera que es lo que se merecía
desde hacía unos años.
Hace poco tuvo que tomar la decisión de dejar el fútbol, ¿le ha sido
difícil hacerlo?
Ha sido lo
más difícil que he tenido que hacer en mi vida, pero cuando creces tienes que
tomar decisiones y elegir el camino. Hay veces que el camino más difícil es el
que tienes que tomar.
¿Cómo va a vivirlo ahora que no lo practica?
Continuaré siguiendo
el deporte y a mi equipo. Mi equipo es el Bahía y siempre va a estar dentro de
mí porque he estado cinco años con ellas, con alguna seis. Empecé con muchas de
mis compañeras cuando tenía 14 años y ahora tengo 20. Siempre me han visto crecer
y no pienso dejarlo así de fácil. Voy a seguir cada partido que pueda venir a
verlas. Creo que el fútbol femenino tiene algo que engancha y, por mucho que yo
no pueda jugar, no pienso dejar de verlo.
Usted es una fiel seguidora de este
deporte, ¿por qué sigue más la modalidad femenina?
Me gusta
mucho más el femenino porque el masculino desde hace mucho tiempo busca
enriquecerse, es mucho negocio, hay mucho teatro… El fútbol femenino, de
momento, no ha llegado a ese nivel. Ya no de dinero, que está claro que o ha
llegado, sino del juego sucio que se ve en el masculino que siempre están
pegándose o tirándose. El femenino es mucho más limpio que, al tener
un juego más técnico y no tan atlético, me llama más la atención y me gusta
más. Es un fútbol más sincero.
¿Ve diferencias de valores entre
uno y otro?
Creo que la
mayoría suelen ser muy humildes. He tenido la suerte de conocer a muchas
jugadoras de fútbol femenino y me han aportado humildad, te enseñan a ver lo
que hay dentro y te demuestran lo bonito que es. En el masculino son muy
cerrados y los protegen demasiado, algo que es normal. Pero el fútbol femenino
al no estar tan protegido creo que es algo bueno porque te llegan más al poder
hablar con ellas y ver lo que realmente hay tanto en el vestuario como en el
terreno de juego.
¿Qué le diría a una niña pequeña
que quiere jugar al fútbol pero, ya sea por miedo al qué dirán o por vergüenza,
no es capaz de apuntarse a ningún equipo?
Con miedo y
con vergüenza no se llega a ningún sitio. Si realmente es lo que piensa que le
va a llenar tiene que tirar para delante. El fútbol femenino tiene muchas cosas
bonitas. Tienen que dejar a un lado los miedos, porque este deporte te llena
mucho por dentro. Tus compañeras, la gente de tu alrededor te va a animar. No
tienen que tener dudas porque va a ser una experiencia muy bonita y va a ganar
mucho.
- Galería de fotos - |
No hay comentarios:
Publicar un comentario